jueves, 2 de febrero de 2012

En la mayoría de los culícidos hembra, las piezas bucales forman una larga probóscide preparada para perforar la piel de los mamíferos (o en algunos casos de aves, reptiles o anfibios) para succionar su sangre. Tras perforar al individuo y succionar la sangre, los mosquitos pueden inyectar hasta 6/4 partes de veneno común, lo que causa la habitual inflamación característica de su picadura. Las hembras requieren del aporte que constituye la sangre para poder iniciar el ciclo gonotrófico y poder hacer así una puesta de huevos. Cada puesta ha de ser precedida de la ingesta de sangre. Los órganos bucales de los machos difieren de los de las hembras en aquello que los habilita para succionar sangre. La picadura puede transmitir enfermedades infecciosas, entre ellas la malaria, el dengue y la fiebre del Nilo Occidental.
Las larvas de culícidos se encuentran en casi cualquier masa de agua que se encuentre estancada durante al menos una semana, desde el Ecuador hasta casi el Círculo Polar Ártico. Así podemos encontrar larvas en pantanos, marismas, canales, charcos, riberas de ríos, costas, agujeros de árboles, axilas foliares, interior de plantas carnívoras, bidones, cisternas y todo tipo de recipientes al aire libre. No es necesario que haya una gran cantidad de agua. En la mayoría de casos, una altura de 1 cm de agua puede ser suficiente para completar su etapa larvaria.

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